09 DE
MAYO
DEL 2012
R.:L.:"SUMMA PHILOSOPIAE No.40"
Mérida, Edo. Mérida, Venezuela
Mérida, Edo. Mérida, Venezuela
PTO. GEOMETRICO:
LATITUD: 08° 55′ 85" N
LONGITUD: -71° 19′ 73" W
ALTITUD: 1277 m.s.n.m.
Twitter:
E-mail:
__________________________________
UN
DIA COMO HOY...
LO HECHOS
MAS RELEVANTES EN LA HISTORIA FUERON...
Encontrado el cadáver de Aldo Moro
- 9 de mayo 1978
El ex primer ministro italiano Aldo Moro, secuestrado
por las Brigadas Rojas, es encontrado muerto en Roma. Aldo Moro, considerado el
político demócrata cristiano más capaz después de la Segunda Guerra Mundial,
fue Presidente de la República durante cinco mandatos y llevó a cabo reformas
importantes en el país. Considerado el candidato favorito para las elecciones
que debían celebrarse en diciembre de 1978, días después de firmar la
participación del partido comunista en la coalición del gobierno, Moro fue
secuestrado el 16 de marzo por miembros de las Brigadas Rojas. El grupo
terrorista perdía el trueque del ex primer ministro por 15 compañeros que se
encontraban en pleno juicio en Turín. El gobierno italiano dirigido por Giulio
Andreotti rechazó la negociación con el grupo terrorista y, tras 54 días de
reclusión, el 9 de mayo de 1978 el cuerpo sin vida de Aldo Moro repleto de
balas fue encontrado en el asiento trasero de un coche en el centro de Roma.
Mandela presidente
- 9 de mayo de 1994
- Icono de
lucha contra el Apartheid.
Figura popular y admirada a partes iguales, el 9 de
mayo de 1994 Nelson Mandela es investido presidente de la República de
Sudáfrica. Antes de su mandato, fue un importante activista contra el
Apartheid, por lo que fue encarcelado 27 años.
Conocido en su país como Madiba, durante su
encarcelamiento se convirtió en una figura representativa y es considerado
pieza clave en la transición democrática de Sudáfrica. Ha recibido unos 50
doctorados "honoris causa" por parte de universidades de todo el
mundo.
Nelson Mandela nacido en 1.918, se ha casado tres
veces y ha tenido 6 hijos, aunque ha perdido ya dos de ellos, uno a causa del
sida. Se declara un apasionado de la música y aunque jubilado de la política y
pese a su avanzada edad, el mitificado estadista continúa aún en activo en
varias causas humanitarias.
Se publica la primera parte de Don
Quijote de la Mancha
- 9 de mayo 1605
- Miguel
Cervantes lanza su obra maestra
Tal día como hoy en 1605 el escritor español Miguel de
Cervantes Saavedra publica la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha. En 1615 se edita la segunda parte, El ingenioso caballero don
Quijote de la Mancha.
La mayoría de los críticos literarios la consideran
una obra de arte, ya que el protagonista Don Quijote es un personaje atípico,
caballeresco y cortés, pero con un grado de locura que desmitifica los
personajes literarios de su época. El libro está escrito en clave de humor y es
considerada la primera novela moderna de la historia.
El Quijote es una de las obras más destacadas de la
literatura universal y es uno de los libros más traducidos del mundo.
Nace José Ortega y Gasset
- 9 de mayo de 1883
- Filósofo
español exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón
vital e histórica
El 9 de mayo de 1883 nació José Ortega y Gasset.
Catedrático de Psicología, Lógica y Ética de la Escuela Superior de Magisterio
de Madrid y de Metafísica por la Universidad Central de Madrid, estudió en
Alemania acerca del idealismo, que será la base de su primer proyecto de
regeneración ética y social de España.
En 1921 analiza la crisis política que vive la
sociedad española en España invertebrada y El tema de nuestro tiempo, como
necesidad de recuperar su teoría de la razón vital. Surge una nueva
sensibilidad que advierte en el siglo XX, ejemplificada en el arte nuevo como
La deshumanización del arte (1925).
En 1930 publica La rebelión de las masas título
reconocido a nivel internacional. En 1936 tiene que exilarse pasando de París a
Argentina, hasta que en 1942 fijó su residencia en Lisboa. Allí escribe sus
últimas obras como el Velázquez, Sobre la razón histórica, el Leibniz, El
Hombre y la Gente, Epílogo que se publicarán de forma póstuma.
______________________________
LAS CELEBRACIONES DE HOY:
- Día de Europa.
- Día de la Victoria sobre el nazismo.
- Días del recuerdo y la reconciliación conmemoración de la segunda guerra mundial
·
SANTORAL CATOLICO:
CONMEMORACION
MASONICA:
1883: Natalicio de José Ortega y Gasset, filósofo español.
______________________________
EL
PENSAMIENTO MASONICO DE HOY...
"La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de
lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser."
"Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos, y con el
amor los errores de nuestra moral."
José Ortega y Gasset
________________________
LA
FRASE O EL REFRAN DE HOY...
"El hombre moral no desea nada que
este mas allá de su propia condición"
Proverbio Chino
__________________________________
GRANDES
MASONES DE LA HISTORIA:
JOSE ORTEGA Y GASSET...
José
Ortega y Gasset (Madrid, 1883 - 1955) Filósofo español. Su pensamiento,
plasmado en numerosos ensayos, ejerció una gran influencia en varias
generaciones de intelectuales.
Hijo del periodista José Ortega Munilla, hizo sus estudios secundarios en el colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis sobre Los terrores del año mil (1904), subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a los cursos del neokantiano Hermann Cohen.
Fue catedrático de Metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón) de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento europeo de nuestro siglo. Aneja a ella ha funcionado una editorial que, así como su salón de tertulias, ha representado la más selecta modernidad intelectual de su época.
Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Marañón y Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián Marías, el Instituto de Humanidades.
Ortega ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad.
Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo, un mundo que conocía por motivos familiares y se adecuaba perfectamente a la esencia de sus tesis y a sus propósitos de animar la vida cultural del país. Además de colaborar en una extensa nómina de publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).
En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos.
No obstante, como denominador común de su pensamiento puede señalarse el perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y la razón vital, intento de superación de la razón pura y la razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes.
El núcleo del ideario orteguiano se encuentra en obras como España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923), La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Historia como sistema (1940) y ¿Qué es filosofía? (1958).
Las cuestiones de estética y crítica literaria fueron objeto de sus reflexiones en Meditaciones del Quijote (1914), Ideas sobre la novela (1925), La deshumanización del arte (1925), Goethe desde dentro (1932), Papeles sobre Velázquez y Goya (1950) e Idea del teatro (1958). Permanentemente cercano a la realidad inmediata, abordó los asuntos políticos en Vieja y nueva política (1914), La decadencia nacional (1930), Misión de la universidad (1930) o Rectificación de la República (1931).
Su estilo, más cerca de la prosa literaria que del discurso filosófico, posee una brillantez expositiva en la que reside una de las claves del éxito y difusión de sus libros.
Hijo del periodista José Ortega Munilla, hizo sus estudios secundarios en el colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis sobre Los terrores del año mil (1904), subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a los cursos del neokantiano Hermann Cohen.
Fue catedrático de Metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón) de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento europeo de nuestro siglo. Aneja a ella ha funcionado una editorial que, así como su salón de tertulias, ha representado la más selecta modernidad intelectual de su época.
Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Marañón y Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián Marías, el Instituto de Humanidades.
Ortega ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad.
Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo, un mundo que conocía por motivos familiares y se adecuaba perfectamente a la esencia de sus tesis y a sus propósitos de animar la vida cultural del país. Además de colaborar en una extensa nómina de publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).
En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos.
No obstante, como denominador común de su pensamiento puede señalarse el perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y la razón vital, intento de superación de la razón pura y la razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes.
El núcleo del ideario orteguiano se encuentra en obras como España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923), La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Historia como sistema (1940) y ¿Qué es filosofía? (1958).
Las cuestiones de estética y crítica literaria fueron objeto de sus reflexiones en Meditaciones del Quijote (1914), Ideas sobre la novela (1925), La deshumanización del arte (1925), Goethe desde dentro (1932), Papeles sobre Velázquez y Goya (1950) e Idea del teatro (1958). Permanentemente cercano a la realidad inmediata, abordó los asuntos políticos en Vieja y nueva política (1914), La decadencia nacional (1930), Misión de la universidad (1930) o Rectificación de la República (1931).
Su estilo, más cerca de la prosa literaria que del discurso filosófico, posee una brillantez expositiva en la que reside una de las claves del éxito y difusión de sus libros.
__________________________
LA GRAN INVESTIGACION
MASONICA DE HOY...
LA LUCHA DE LA IGLESIA
CONTRA LA MASONERIA;
¿EJEMPLO DE
POLITICAS ULTRACONSERVADORAS ESTATIZANTES VS. LIBERTADORAS Y PROGRESISTAS?.
Por lo delicado del asunto, poco se
habla en tribunas públicas del conflicto que la Iglesia inició -y hay que ser
claros al decirlo- a causa de su rigidez y circunstancias históricas, allá por
1738, cuando el papa Clemente XII, en su bula In Eminenti, condenó la
Masonería, entre otras razones por el peligro que, según la Iglesia, implicaba
una sociedad abierta a hombres de cualquier religión. La condena de la bula In
Eminenti no se limitó a la excomunión, sino que provocó excesos como penas
de muerte o aniquilación de numerosas logias, entre otras secuelas por el
estilo. Son éstos los errores antiguos -como escribe el diplomático Vaca de
Osma- "que fueron ahondando el abismo y proyectando hacia el futuro más
males que bienes"2
Poco después de la condena de Clemente XII, llegó también la de Benedicto XIV, quien la ratificó en su bula Providas. De aquellos barros, le llegaron a la Iglesia los lodos de la segunda mitad del XIX y, sobre todo, del primer tercio del siglo XX, fechas en las que el antiguo conflicto con la Masonería se incrementó progresivamente y tuvo sus cimas en los momentos álgidos en los que la Iglesia Católica se mostraba y comportaba de modo más intransigente con la sociedad de su tiempo.
En el siglo XIX la Iglesia se va a tener que ver las caras con los efectos prácticos y tajantes de los gobiernos liberales, que ponen en marcha medidas desamortizadoras y pretenden la separación definitiva de los dos poderes, el divino y el temporal. El Vaticano condenará los movimientos liberales, pues verá en ellos la antítesis del cristianismo, además de una seria amenaza a los proyectos controladores de la propia Iglesia en el mundo.
Será en esta fase cuando la Iglesia empiece a considerar a la Masonería como la culpable principal y la instigadora del liberalismo. Lo cierto es que la Iglesia no ha cejado en sus propósitos de condena desde que se publicase la constitución Ecclesiam Christi, de Pío VII, el 13 de septiembre de 1821, hasta llegar a la famosa encíclica Humanum Genus de León XIII, dada en abril de 1884 y de la que luego hablaremos, amén de otras numerosas intervenciones pontificias en la misma línea. En marzo de 1825, la constitución apostólica Quo graviora, de León XII, reiteraba las precedentes censuras. Este pontífice condena en especial la que él llama "secta de carbonarios", pero que viene a ser identificada con la Masonería, y ésta a su vez con cualquier tipo de sociedad secreta de la época. Pío VIII hizo lo propio con su encíclica Traditi, de 1829. Los historiadores especializados en vaticanismo y temas afines aseguran que en tiempos de Pío IX, entre 1846 y 1878, se atacaron y condenaron las sociedades secretas por lo menos en un centenar y medio de documentos pontificios, asociando con ellas directamente, sin más razones, a la Masonería.
El primero de dichos documentos fue la encíclica Qui Pluribus, fechada el 9 de noviembre de 1846, en la que se refiere a las sociedades secretas que anhelaban pisotear los derechos del poder sagrado y de la autoridad civil. Igualmente, en su alocución Quibus quantisque, del 20 de abril de 1849, Pío IX señaló a la Masonería como causa principal de los males que aquejaban al Estado Pontificio.3. En 1865, la encíclica Quanta Cura volvió sobre las andadas, proscribiendo aquellas sociedades clandestinas a cuyos miembros se exigiese guardar secreto. Es fácil comprender cuán oscura puede ser la comprensión de tan ambiguas definiciones. Y en su alocución Multiplices inter, de fecha 25 de septiembre del mismo año, Pío IX volvió a referirse a la Masonería, definiéndola esta vez como "sociedad de hombres perversos" y como "secta criminal que ataca las cosas públicas y santas". El mismo pontífice, el 12 de octubre de 1869, en su constitución Apostolicae Sedis, conminaba con la excomunión latae sententiae a todos los que diesen su nombre a la Masonería o a otro tipo de parecidas sociedades.
Fue a partir de la mítica fecha de 1868 cuando el conflicto se agudizó de forma notable y hasta peligrosa. Para la Francmasonería, el clericalismo se personificaba -y parece que aún se personifica a veces, siglo y medio después- en el jesuitismo, ya que la Compañía de Jesús ha sido vista a menudo, en según qué círculos políticos y sociales, como inequívoca avanzadilla de la hipocresía y del oscurantismo en la sombra. Piénsese que el antijesuitismo no es exclusivamente masónico. Ortega y Gasset, en 1911, dijo: "El vicio radical de los jesuitas y especialmente de los jesuitas españoles no consiste en el maquiavelismo, ni en la codicia, ni en la soberbia, sino lisa y llanamente en la ignorancia". El anticlericalismo de la Francmasonería se dio como simple reacción al encono del Vaticano, y exclusivamente para colocar a la Orden en estrategias defensivas que, dependiendo de las circunstancias históricas, fueron enquistándose en su tejido interno y derivando ocasionalmente en posturas radicales.
León XIII, cuyo pontificado se desarrollo entre 1878 y 1903, firmó y rubricó al menos doscientos veintiocho documentos de condena contra la Masonería y las sociedades secretas en general. La Orden aparecía como cabeza de turco en buena parte de los discursos y papeles pontificios, especialmente en la encíclica Humanum Genus de 20 de abril de 1884, que es la más ofensiva y acusatoria contra la Francmasonería. Se pretende justificar esta nueva condena al apuntar que la Masonería busca "destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y civil establecido por el Cristianismo". Esta encíclica hizo mucho daño a la Orden del compás y la escuadra, ya que alcanzó enorme difusión y se hizo de ella bandera contra los enemigos de la Iglesia y aun de ciertos gobiernos y partidos políticos.
Benedicto XV promulgó, el 27 de mayo de 1917, un Código de Derecho Canónico en el que se condenaba de nuevo, explícitamente, a la Masonería y a los francmasones a través del canon 2335. Penaba "a todos los que dieran su nombre a la Masonería y a otras asociaciones del mismo género que maquinan contra la Iglesia o contra las autoridades civiles, con excomunión reservada a la Sede Apostólica".
Mediado el siglo XX, el 26 de junio de 1958, poco antes de su muerte, Pío XII renovaba la condena, o sea, confirmaba el polémico artículo 2335 del Código Canónico.
El nuevo Código, promulgado por Juan Pablo II, se fecha el 25 de enero de 1983, y ya no se condena específicamente a la Francmasonería, matiz de enorme trascendencia, a pesar de los esfuerzos del cardenal Ratzinger por dar la sensación de que la postura de la Iglesia no había cambiado un ápice al respecto. En el canon 1374 dice concretamente "que aquel que dé su adhesión a una asociación que actúe contra la Iglesia sea castigado con una pena justa; que aquel que promueva o dirija tal asociación sea castigado con interdicto" (que no pueda celebrar o recibir sacramentos). Es decir, en 1983 se sustituyó el canon 2335 por el 1374. Como señala el historiador oscense Ferrer, "ha desaparecido toda referencia a la masonería, a la excomunión y a los que maquinan contra las potestades civiles legítimas, tres de los aspectos básicos que sólo tenían razón de ser en el contexto histórico de un problema concreto italiano del siglo XIX que, evidentemente, al no existir hoy resultaba anacrónico mantener"4
Este largo e injustificado conflicto entre Iglesia y Masonería tuvo un reflejo nítido en la prensa de ciertas épocas, sobre todo en la del último tercio del XIX y el primero del siglo pasado. La antimasonería llegará en España a uno de sus puntos culminantes en 1899, cuando todos los obispos, reunidos en el V Congreso Católico Nacional de Burgos, firmaron un manifiesto, dirigido al gobierno, solicitando una reforma urgente de la Ley de Asociaciones con el fin de conseguir la expulsión del país de todos los francmasones.
Poco después de la condena de Clemente XII, llegó también la de Benedicto XIV, quien la ratificó en su bula Providas. De aquellos barros, le llegaron a la Iglesia los lodos de la segunda mitad del XIX y, sobre todo, del primer tercio del siglo XX, fechas en las que el antiguo conflicto con la Masonería se incrementó progresivamente y tuvo sus cimas en los momentos álgidos en los que la Iglesia Católica se mostraba y comportaba de modo más intransigente con la sociedad de su tiempo.
En el siglo XIX la Iglesia se va a tener que ver las caras con los efectos prácticos y tajantes de los gobiernos liberales, que ponen en marcha medidas desamortizadoras y pretenden la separación definitiva de los dos poderes, el divino y el temporal. El Vaticano condenará los movimientos liberales, pues verá en ellos la antítesis del cristianismo, además de una seria amenaza a los proyectos controladores de la propia Iglesia en el mundo.
Será en esta fase cuando la Iglesia empiece a considerar a la Masonería como la culpable principal y la instigadora del liberalismo. Lo cierto es que la Iglesia no ha cejado en sus propósitos de condena desde que se publicase la constitución Ecclesiam Christi, de Pío VII, el 13 de septiembre de 1821, hasta llegar a la famosa encíclica Humanum Genus de León XIII, dada en abril de 1884 y de la que luego hablaremos, amén de otras numerosas intervenciones pontificias en la misma línea. En marzo de 1825, la constitución apostólica Quo graviora, de León XII, reiteraba las precedentes censuras. Este pontífice condena en especial la que él llama "secta de carbonarios", pero que viene a ser identificada con la Masonería, y ésta a su vez con cualquier tipo de sociedad secreta de la época. Pío VIII hizo lo propio con su encíclica Traditi, de 1829. Los historiadores especializados en vaticanismo y temas afines aseguran que en tiempos de Pío IX, entre 1846 y 1878, se atacaron y condenaron las sociedades secretas por lo menos en un centenar y medio de documentos pontificios, asociando con ellas directamente, sin más razones, a la Masonería.
El primero de dichos documentos fue la encíclica Qui Pluribus, fechada el 9 de noviembre de 1846, en la que se refiere a las sociedades secretas que anhelaban pisotear los derechos del poder sagrado y de la autoridad civil. Igualmente, en su alocución Quibus quantisque, del 20 de abril de 1849, Pío IX señaló a la Masonería como causa principal de los males que aquejaban al Estado Pontificio.3. En 1865, la encíclica Quanta Cura volvió sobre las andadas, proscribiendo aquellas sociedades clandestinas a cuyos miembros se exigiese guardar secreto. Es fácil comprender cuán oscura puede ser la comprensión de tan ambiguas definiciones. Y en su alocución Multiplices inter, de fecha 25 de septiembre del mismo año, Pío IX volvió a referirse a la Masonería, definiéndola esta vez como "sociedad de hombres perversos" y como "secta criminal que ataca las cosas públicas y santas". El mismo pontífice, el 12 de octubre de 1869, en su constitución Apostolicae Sedis, conminaba con la excomunión latae sententiae a todos los que diesen su nombre a la Masonería o a otro tipo de parecidas sociedades.
Fue a partir de la mítica fecha de 1868 cuando el conflicto se agudizó de forma notable y hasta peligrosa. Para la Francmasonería, el clericalismo se personificaba -y parece que aún se personifica a veces, siglo y medio después- en el jesuitismo, ya que la Compañía de Jesús ha sido vista a menudo, en según qué círculos políticos y sociales, como inequívoca avanzadilla de la hipocresía y del oscurantismo en la sombra. Piénsese que el antijesuitismo no es exclusivamente masónico. Ortega y Gasset, en 1911, dijo: "El vicio radical de los jesuitas y especialmente de los jesuitas españoles no consiste en el maquiavelismo, ni en la codicia, ni en la soberbia, sino lisa y llanamente en la ignorancia". El anticlericalismo de la Francmasonería se dio como simple reacción al encono del Vaticano, y exclusivamente para colocar a la Orden en estrategias defensivas que, dependiendo de las circunstancias históricas, fueron enquistándose en su tejido interno y derivando ocasionalmente en posturas radicales.
León XIII, cuyo pontificado se desarrollo entre 1878 y 1903, firmó y rubricó al menos doscientos veintiocho documentos de condena contra la Masonería y las sociedades secretas en general. La Orden aparecía como cabeza de turco en buena parte de los discursos y papeles pontificios, especialmente en la encíclica Humanum Genus de 20 de abril de 1884, que es la más ofensiva y acusatoria contra la Francmasonería. Se pretende justificar esta nueva condena al apuntar que la Masonería busca "destruir hasta los fundamentos todo el orden religioso y civil establecido por el Cristianismo". Esta encíclica hizo mucho daño a la Orden del compás y la escuadra, ya que alcanzó enorme difusión y se hizo de ella bandera contra los enemigos de la Iglesia y aun de ciertos gobiernos y partidos políticos.
Benedicto XV promulgó, el 27 de mayo de 1917, un Código de Derecho Canónico en el que se condenaba de nuevo, explícitamente, a la Masonería y a los francmasones a través del canon 2335. Penaba "a todos los que dieran su nombre a la Masonería y a otras asociaciones del mismo género que maquinan contra la Iglesia o contra las autoridades civiles, con excomunión reservada a la Sede Apostólica".
Mediado el siglo XX, el 26 de junio de 1958, poco antes de su muerte, Pío XII renovaba la condena, o sea, confirmaba el polémico artículo 2335 del Código Canónico.
El nuevo Código, promulgado por Juan Pablo II, se fecha el 25 de enero de 1983, y ya no se condena específicamente a la Francmasonería, matiz de enorme trascendencia, a pesar de los esfuerzos del cardenal Ratzinger por dar la sensación de que la postura de la Iglesia no había cambiado un ápice al respecto. En el canon 1374 dice concretamente "que aquel que dé su adhesión a una asociación que actúe contra la Iglesia sea castigado con una pena justa; que aquel que promueva o dirija tal asociación sea castigado con interdicto" (que no pueda celebrar o recibir sacramentos). Es decir, en 1983 se sustituyó el canon 2335 por el 1374. Como señala el historiador oscense Ferrer, "ha desaparecido toda referencia a la masonería, a la excomunión y a los que maquinan contra las potestades civiles legítimas, tres de los aspectos básicos que sólo tenían razón de ser en el contexto histórico de un problema concreto italiano del siglo XIX que, evidentemente, al no existir hoy resultaba anacrónico mantener"4
Este largo e injustificado conflicto entre Iglesia y Masonería tuvo un reflejo nítido en la prensa de ciertas épocas, sobre todo en la del último tercio del XIX y el primero del siglo pasado. La antimasonería llegará en España a uno de sus puntos culminantes en 1899, cuando todos los obispos, reunidos en el V Congreso Católico Nacional de Burgos, firmaron un manifiesto, dirigido al gobierno, solicitando una reforma urgente de la Ley de Asociaciones con el fin de conseguir la expulsión del país de todos los francmasones.
El profesor Enríquez del Árbol ha estudiado el antimasonismo en la prensa granadina, concluyendo que los dos periódicos adscritos al movimiento católico de comienzos del XX reaccionaron de forma similar, es decir, atacando agresivamente a la Masonería y culpando a la Orden liberal de todos los males de la patria pasados y aun venideros. El diario católico El Triunfo, acusa a la Masonería de numerosas inmoralidades. Se dice, por ejemplo, que la Francmasonería era "un antro de apóstatas, herejes, asesinos y criminales".5, entre otras lindezas. La política antimasónica de este tipo de publicaciones se basaba en la calumnia sistemática y en la filosofía barata de que así, con tiempo y constancia, algo se conseguiría en pro del cristianismo español. Lo dicho para la prensa granadina vale igualmente para la zaragozana de la misma época y tendencia. En 1901, los primeros números de El Noticiero, diario tradicionalista muy ligado a los sectores católicos de la ciudad, hablan mal de la Masonería, achacándole algunas de las principales lacras de la sociedad. También se hace eco interesado de la situación de la Masonería en Francia6, y se vale de los asuntos galos para importar de allí las más duras acusaciones hacia la Orden. Ni que decir tiene que en Madrid la avenida antimasónica se deja sentir con ganas en la prensa católica, quizá todavía con mayor virulencia que en provincias, si cabe, o cuando menos con unas mejores fuentes de información previa. Entre 1846 y 1903, esos ataques a la Masonería por parte de la Iglesia se desarrollaron a modo de guerra abierta, y diversos obispos españoles escribieron contra ella, como ya lo hiciera en 1833 el de Barcelona, Jaume Catalá, autor de Pastoral del Excmo. E Ilmo. Sr. Obispo de Barcelona sobre la Masonería, texto muy difundido en su época.
Señalar por último, para ir terminando, que como resultado lógico de tanta crítica desorbitada y tanto insulto destemplado, el católico de a pie hubo de sacar necesariamente la conclusión de que el poder de la Masonería era enorme, ya que el despliegue de medios críticos en su contra por parte de la Iglesia fue ciertamente abrumador y del todo desproporcionado.
Si a las tenaces condenas eclesiales de siglos sumamos la terrible e incalificable persecución que el régimen español desencadenó contra los masones a partir de 1940, habremos hallado el porqué de la mala prensa que, todavía en la actualidad, tiene la institución en España. Parece constatarse que los francmasones pretenden reivindicar ahora esa dignidad social que nunca debieron perder. Pues bien, si esto es así, la Orden habrá de esforzarse en buscar salidas airosas y positivas en pro del entendimiento y la colaboración entre las distintas obediencias que operan en el país, fomentar el diálogo interno y la comunión, así como afanarse en ofrecer su cara más amable a esa sociedad tan mal informada en la que trabajan y por la que tanto han dado en coyunturas históricas adversas. La Iglesia, por el otro lado, ha de entender que los tiempos cambian y que los viejos anatemas han perdido sentido frente a la actualidad de la vida, mal que les pese a los sectores integristas.
El 17 de febrero de 1981, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una declaración en la que se afirmaba de nuevo la excomunión para los católicos masones. Se trataba, sin duda, de un intento involutivo poco afortunado. Ahora, más que nunca, el diálogo se hace preciso. Y aún voy más lejos: sería buena y necesaria la completa e inequívoca reconciliación entre Iglesia y Masonería, pero a estas alturas ya no bastaría con eso. Dado que ambas instituciones dedican parte de sus trabajos y esfuerzos en beneficio de la sociedad, incluso debería buscarse una futura y mutua colaboración en algunos temas. Claro que, después de leer el artículo que el Arzobispado de Madrid ha difundido a través del número 257 de su semanario Alfa y Omega, pocas esperanzas de entendimiento parecen existir hoy en realidad. En dicho trabajo periodístico se dice que "la actitud de la Iglesia permanece invariable".
Ha sido éste un interminable contencioso de imprecisos, inexactos y sólo aparentes intereses contrapuestos, repleto para colmo de innúmeros desencuentros y malentendidos, que nunca debió iniciarse y al que la Iglesia de hoy está moralmente obligada a poner fin en el más breve plazo de tiempo posible.
RICARDO
SERNA DOCTOR EN ESTUDIOS AVANZADOS DE LITERATURA ESPAÑOLA
1 Publicado en la revista La
Acacia, Nueva época, Nº 11, Zaragoza, junio 2001, pp. 8-9.
2 VACA DE OSMA, José Antonio, La Masonería y el Poder, Barcelona, Editorial Planeta, 1992, p. 139.
3 El profesor Ferrer escribe que dicha alocución tuvo lugar unos meses después de la revolución romana de 1848, que obligó al Papa a refugiarse en el vecino reino de Nápoles. Véase FERRER BENIMELI, J.A., El contubernio judeo-masónico-comunista, Madrid, Istmo, Col. Fundamentos nº 78, 1982, p. 40.
4 FERRER BENIMELI, J. A., La masonería, Madrid, Alianza Editorial, 2001, pp. 95-96.
5 Artículo titulado "Inofensivos", en El Triunfo, Granada, ejemplar de fecha 22 de junio de 1899, p. 2.
6 Véase SERNA, Ricardo, "Masonería y decadencia de España. Les Documents Maçonniques, una revista antimasónica en la Francia ocupada", En AA.VV., La Masonería en la España del siglo XX, Actas del VII Symposium Internacional de Historia de la Masonería, Universidad de Castilla-La Mancha y CEHME, Toledo 1996, pp. 827-843.
2 VACA DE OSMA, José Antonio, La Masonería y el Poder, Barcelona, Editorial Planeta, 1992, p. 139.
3 El profesor Ferrer escribe que dicha alocución tuvo lugar unos meses después de la revolución romana de 1848, que obligó al Papa a refugiarse en el vecino reino de Nápoles. Véase FERRER BENIMELI, J.A., El contubernio judeo-masónico-comunista, Madrid, Istmo, Col. Fundamentos nº 78, 1982, p. 40.
4 FERRER BENIMELI, J. A., La masonería, Madrid, Alianza Editorial, 2001, pp. 95-96.
5 Artículo titulado "Inofensivos", en El Triunfo, Granada, ejemplar de fecha 22 de junio de 1899, p. 2.
6 Véase SERNA, Ricardo, "Masonería y decadencia de España. Les Documents Maçonniques, una revista antimasónica en la Francia ocupada", En AA.VV., La Masonería en la España del siglo XX, Actas del VII Symposium Internacional de Historia de la Masonería, Universidad de Castilla-La Mancha y CEHME, Toledo 1996, pp. 827-843.
_________________________________________________________________________________
LA NOTICIA CIENTIFICA DEL DIA...
USAN BACTERIAS PARA FABRICAR COMPUTADORAS!!!
Se trata de microorganismos que se alimentan de hierro y generan pequeños
imanes en su interior, similares a los que contienen los discos duros de las
computadoras
Un equipo de investigadores británicos y japoneses asegura que en un futuro
podrían construirse computadoras biológicas mediante el uso de bacterias
magnéticas.
La investigación, llevada a cabo por
científicos de la Universidad de Leeds y la Universidad de Agricultura y
Tecnología de Tokyo, pretende diseñar computadoras más rápidas que las
actuales.
A medida que avanza la tecnología y los
componentes de las computadoras son cada vez más y más pequeños, se hace más
difícil el producir sistemas electrónicos en una nanoescala.
Así que los investigadores buscan
soluciones en la naturaleza haciendo uso de los microbios.
Bacterias come-hierro
En su estudio, los científicos usaron la
bacteria Magnetospirillummagneticum.
Es un organismo que usualmente vive en entornos acuáticos, bajo la superficie
de estanques o lagos donde el oxígeno es escaso.
"Estamos llegando al límite de la computación electrónica
tradicional a la hora de fabricar componentes cada vez más pequeños"
Sarah Staniland, investigadora de la
Universidad de Leeds
Estas criaturas nadan arriba y abajo
siguiendo las líneas de los campos magnéticos de la Tierra, alineándose con
ellos como la aguja de una brújula, en búsqueda de concentraciones de oxígeno.
Cuando la bacteria ingiere hierro, unas
proteínas en su interior interactúan con el metal para producir diminutos
cristales del mineral magnetita, el más magnético de la Tierra.
Tras estudiar el modo en que los microbios
recolectan, dan forma y posicionan a estos nanoimanes dentro de su cuerpo, los
investigadores copiaron el método y lo aplicaron en el exterior de la bacteria,
"cultivando" así imanes que en el futuro podrían usarse para fabricar
discos duros.
"Estamos llegando al límite de la
computación electrónica tradicional a la hora de fabricar componentes cada vez
más pequeños", dijo la investigadora a cargo Sarah Staniland, de la
Universidad de Leeds.
"Las máquinas que hemos usado
tradicionalmente para construirlas son torpes a pequeña escala. Pero la
naturaleza nos ha proporcionado la herramienta perfecta para este
problema".
Cables biológicos
Además de usar microorganismos para
producir imanes, los científicos lograron crear pequeños cables eléctricos
hechos con organismos vivientes.
Generaron tubos en escala nano hechos con
la membrana de células artificiales cultivadas en el laboratorio con la ayuda
de una proteína presente en las moléculas de lípidos humanas.
Según explicó a BBC el Dr. Masayoshi Tanaka
de la Universidad de Agricultura y Tecnología en Tokyo, estos tubos podrían
usarse en un futuro como cables microscópicos capaces de transferir información
tal y como lo hacen las células de nuestro cuerpo, pero en una computadora.
"Estos cables biológicos pueden tener
resistencia eléctrica y transferir información de un grupo de células en una
biocomputadora a otras células", dijo.
Además de en computación, estos cables
biológicos podrían usarse también en cirugía porque son enormemente
biocompatibles, añadió Tanaka.
"Se han desarrollado varios cables
diminutos en todo el mundo, pero la biocompatibilidad todavía es
problemática", apuntó.
"Los cables nanofabricados en este
proyecto se cubrieron con membrana celular, así que teóricamente deberían ser
biocompatibles".
Siga la sección de tecnología de BBC Mundo
a través de @un_mundo_feliz
________________________________________
UN MOMENTO DE EXEGESIS...
DESCIFRANDO EL GENESIS...
CAPÍTULO 40
1. Ocurrió después de estos eventos, que incurrieron en
falta — el escanciador del rey del Egipto y el panadero — ante su señor, el rey
de Egipto. 2.
Se encolerizó Parhó contra sus dos
cortesanos¹ contra el jefe de los escanciadores y contra el jefe de los
panaderos.
¹ Otros: Eunucos
3. Los puso a ellos bajo custodia en la casa del jefe
de los mayordomos, en la prisión, lugar donde Iosef estaba encarcelado, allí.
4. Asignó el jefe de los mayordomos a Iosef a ellos y
él los asistió y permanecieron por días bajo custodia. 5. Habían soñado ambos un sueño; cada cual su sueño, en
una noche. Cada cual de acuerdo a la interpretación de su sueño, el escanciador
y el panadero del rey de Egipto, que estaban encarcelados en la prisión. 6. Se había allegado a ellos Iosef, por la mañana y los
vió y he aquí que estaban airados. 7. Preguntó a los cortesanos¹ de Parhó que estaban con
él bajo custodia en la casa de su señor — diciendo:
¿Por qué vuestros semblantes están abatidos hoy? 8. Dijeron ellos: Un sueño hemos soñado, mas no hay
quien lo interprete. Les dijo Iosef: Ciertamente a Elohim pertenecen las
interpretaciones; contadme, ahora a mí. 9. Relató el jefe de los escanciadores
su sueño a Iosef y le dijo: En mi sueño, he aquí que había una vid ante mí. 10. Y en la vid habían tres sarmientos y ella parecía
florecida, había crecido su capullo, habían madurado en sus racimos, uvas. 11.
Y la copa de Parhó estaba en mi mano y tomaba las uvas y las exprimía en la
copa de Parhó y entregaba la copa sobre la palma de Parhó. 12. Dijo Iosef: Esta es su interpretación: Los tres
sarmientos son tres días. 13. Dentro de tres días censará Parhó tu cabeza² y te
restituirá en tu puesto y pondrás la copa de Parhó en su mano, como la
costumbre anterior, cuando habías sido su escanciador.
¹ Otros: Eunucos.
² Otros: Alzará tu cabeza.
14. Si sólo habrás de recordarme, contigo, cuando se
te haga el bien y habrás de hacer conmigo por favor, bondad, mencióname ante
Parhó y sácame de esta casa. 15. Pues robar he sido robado de la tierra de los hebreos
y tampoco aquí nada he hecho para que me hayan puesto en la mazmorra. 16. Vió el jefe de los panaderos que para bien interpretó
y dijo a losef: Yo también, en mi sueño y he aquí tres cestos abiertos¹ sobre
mi cabeza..
¹ Horí: De pan blanco; canastos blancos.
17. Y en el cesto superior había toda
suerte de comida de Parhó, obra de panadero y las aves la comían, del cesto, de
sobre mi cabeza. 18. Respondió losef y dijo: Esta es su interpretación: Las
tres cestas, tres días son. 19. Dentro
de tres días, alzará Parhó tu cabeza de sobre tí y te colgará sobre una horca y
comerán las aves tu carne de sobre tí. 20. Ocurrió en el tercer día — día de
nacimiento¹ de Parhó que hizo un banquete para todos sus servidores y censó la
cabeza del jefe de los escanciadores y la cabeza del jefe de los panaderos
entre sus servidores.
21. Restituyó al jefe de los escanciadores a su
función de escanciador y puso la copa sobre la palma de Parhó 22. Empero, a!
jefe de panaderos le colgó, como les había interpretado losef. 23. Mas no recordó el jefe de los escanciadores a Iosef
y le olvidó.
¹ Otros: Cumpleaños.
|
CAPÍTULO 40
1 “OCURRIÓ, DESPUÉS DE ESTOS
EVENTOS...” Este capítulo es un eslabón más en la azarosa y nada común vida de
Iosef.
Una vez en la prisión entrará en contacto con personas cercanas al mismo
rey de Egipto. De este capítulo resulta que Iosef no era sólo un soñador sino
que tenía sensibilidad hacia otros seres humanos y al mismo tiempo inspiración
Divina que le permitía descifrar sueños.
Esto nos recuerda a Daniel cuando interpreta el sueño del rey de
Babilonia, Nabucodonosor. (Daniel Cap. 2).
Si bien Iosef yace en la profundidad de su prisión, su fe en D’s
subsiste. Su inocencia es evidente, pero alguien deberá elevarla ante el mismo
rey de Egipto.
Empero el ser humano olvida. Así, en palabras del texto, el jefe de
escanciadores no recordó a Iosef una vez que recobró su libertad y lo olvidó.
Si
la historia de los hombres dependiera sólo de los hombres, Iosef jamás habría
salido de la profundidad de su prisión.
Por
ello, dice el profeta: “Así ha dicho Adonai: Maldecido habrá de ser el hombre
que confía en el hombre y deposita su esperanza en la fuerza de su brazo,
apartando su corazón de Adonai. Bendito sea el hombre que confía en Adonai,
pues Adonai será su protector”. (Jeremías 17:5-7).
1 y 2 “...INCURRIERON EN FALTA — EL ESCANCIADOR DEL
REY DE EGIPTO Y EL PANADERO — SE ENCOLERIZÓ PARHÓ... CONTRA EL JEFE DE LOS
ESCANCIADORES Y CONTRA EL JEFE DE LOS PANADEROS”. Lo que habría ocurrido es que
si bien los que incurrieron en error fueron el escanciador y el panadero, Parhó
responsabiliza a los jefes de ellos.
Es
probable también que, en días festivos especiales, los mismos jefes de los
escanciadores y de los panaderos, fuesen los que servían, personalmente, al
mismo Faraón.
La falta en la que incurrieron pudo haber sido un intento de
envenenamiento o cualquier otra cosa similar. (Basado en Abarbanel).
“ASIGNÓ EL JEFE DE MAYORDOMOS A IOSEF A ELLOS Y ÉL LOS ASISTIÓ...” ‘En
atención al rango de estas personas ellos fueron detenidos en la misma casa de
Pat far, amo de Iosef y el jefe de los mayordomos designó a Iosef para
asistirlos debido al rango de ellos, ya que eran jefes en la corte del Faraón”.
(Ibn Hezra).
Por
otra parte esto reconfirma el hecho de que Potifar no habría creído el relato
de su mujer, en cuanto a Iosef.
Por
ello él sigue asignando a Iosef tareas importantes, aunque limita sus
movimientos, confinándolo.
5 “...CADA CUAL SU SUEÑO... CADA CUAL DE ACUERDO
A LA INTERPRETACIÓN DE SU SUEÑO...” "Quiere decir que cada cual vió en
su sueño lo que en realidad era también la interpretación y lo que le ocurriría
en el futuro”. (Ibn Hezra).
“Ellos
tuvieron un sueño que era claro y no sueño de confusiones” (Rashbam).
En
cuanto al valor del sueño, en general, en el Tanaj véase nuestro comentario a
Gén. 28:12.
6 “...AIRADOS.” “Excitados” (Iba Hezra).
7 “... ¿POR QUÉ VUESTROS SEMBLANTES ESTÁN
ABATIDOS HOY?” “losef los trata con la preocupación y el respeto que su rango y
la función de losef exigen. Al ser asistente de ellos, seguramente, velaba
también por su bienestar general, aún en el infortunio de la prisión”
(Abarbanel).
8 “...CIERTAMENTE A ELOHIM PERTENECEN LAS
INTERPRETACIONES...” “Él sólo devela los sueños y no la persona que los
interpreta...” (Rambán)
En
otras palabras, Iosef no se vanagloria de su función. El la atribuye a D’s,
fuente de toda inspiración.
Lo
mismo ocurrirá cuando Iosef sea llamado a develar los sueños del mismo Faraón.
En palabras del texto: “Replicó Iosef a Parhó diciendo: ¡No
está
en mí. Elohim habrá de responder por la quietud de Parhó!” (Gén. 41:16).
10 y 12 “Y EN LA VID HABÍAN TRES SARMIENTOS Y ELLA
PARECÍA FLORECIDA, HABÍA CRECIDO SU CAPULLO, HABÍAN MADURADO EN SUS RACIMOS,
UVAS. . ..LOS TRES SARMIENTOS SON TRES DÍAS ” " La rapidez del
proceso en este sueño es lo que lleva a Iosef a interpretar al número tres como
tres días y no tres meses o tres años. Por ello no es necesario recurrir al
comentario de Ibn Hezra que sostiene que Iosef conocía la fecha del cumpleaños
del Faraón” (Rambán).
13 “CENSARÁ PARHÓ TU CABEZA”.Nuestra traducción
está basada en Ibn Hezra que sugiere también como versión posible el término
elevará.
15 “PUES ROBAR HE SIDO ROBADO DE LA TIERRA DE LOS HEBREOS...” Eso
quiere decir de la comarca de Hebrón que es donde moraban Abraham, Itshak e
Iahacov, ya que Abraham fué el primer Hivrí por provenir de Hever Hanahar —
allende el río — . . .queriendo significar el término “la tierra de los
hebreos”: la tierra donde habitan los hebreos. Es posible también que este
nombre correspondiera a toda la tierra (no sólo a la comarca de Hebrón) (Basado
en Rambán).
16 “VIO EL JEFE DE PANADEROS QUE PARA BIEN
INTERPRETO ..." “Las palabras verdaderas son reconocibles”
(Rashbam)
“...YO
TAMBIÉN...” El jefe de panaderos quiere comparar su sueño al del jefe de
escanciadores, que había recibido una interpretación favorable por parte de
Iosef. Empero como Iosef nota que en este segundo sueño el pan no era puesto en
la mano del Faraón (como en el anterior) y los que comían eran las aves del
cielo, interpretó negativamente este sueño, asociando únicamente lo común en
ambos, el número tres que significará tres días.
23 “MAS NO RECORDÓ EL JEFE DE
LOS ESCANCIADORES A IOSEF Y LE OLVIDÓ”. “No lo recordó ni se lo mencionó al
Faraón y lo olvidó en su corazón”. (Ibn Hezra).
“No
lo recordó de inmediato, cuando salió de la prisión, tal como se lo había
pedido Iosef y él lo olvidó durante mucho tiempo, después, hasta el momento en
que el Santo, Bendito sea El, hizo maravillas para Iosef y e/ jefe de los
escanciadores tuvo necesidad de mencionarlo al Faraón.” (Rashbam).
-------------------------------
LA ENSEÑANZA DE HOY...
LA VIDA DE NELSON MANDELA...
_______________
EL DOCUMENTAL DE HOY...
FILOSOFIA DE ORTEGA Y GASSET...
PARTE 1/3
PARTE 2/3
PARTE 3/3
________________________________
EL VIDEO MUSICAL DEL DIA...
JOHN LENNON: "IMAGINE"
_______________
EL VIDEO DIVERTIDO...
GERLY HASSAM Y SUS INVITADOS...
_______________
No hay comentarios:
Publicar un comentario